Crónica Triatlón Massis Antella
Empiezo escribiendo esta entrada con la palabra que tanto estaba esperando ser, FINISHER. Motivación, ganas, fuerza, compañerismo, control, sufrimiento, constancia, sacrificio, éxito, dolor y alegría, sobre todo mucha alegría definen el sabado 3 de Octubre de 2015, día en que se celebró el Triatlón Massis d’Antella distancia medio Ironman, si, eso equivale a nadar 1,9 km, pedalear 86 km y correr 21,1 km sin parar. Así que sin muchas mas explicaciones aquí empieza mi crónica Triatlón Massis Antella, primer triatlón de media distancia.
Suena el despertador a las 7:00 h de la mañana para desayunar para empezar a cargar el cuerpo de energía que vamos a necesitar. Mi desayuno fue lo mas normal, sin cambiar la rutina de toda la semana, sin variar absolutamente nada porque me sienta bien. Realizo los últimos ajustes de preparación, comida, ropa, bici, y esperamos hasta la hora de quedada con Javier Ródenas (compañero y Finisher el mismo día)
A las 9:00 h salimos dirección Antella, bicis cargadas, ropa, neopreno, etc… Empezamos a cargar las pilas al máximo y a plantear la táctica del triatlón, acabar. Momento en el que llegan las dudas, repasamos todos los entrenamientos que hemos hecho, los objetivos que nos propusimos como entrenamiento y que por una razón u otra no hemos podido llevar a cabo al 100%, para en un futuro aprender de los errores. Repasando las ultimas dos semanas, vemos que no pasábamos de 10 horas semanales entrenando, incluso la última no hicimos mas de 6 horas, siendo ésta cuando mas carga quisimos coger para poder ponernos a punto, aunque todo esto vaya en contra de toda planificación de entrenamiento, consecuencia de no hacer el trabajo cuando toca.
Una vez llegado a Antella realizamos un pequeño recorrido revisando los recorridos de natación, la ubicación de las boyas, el sentido de natación, la salida del agua y por dónde llegar hasta la zona de transición, la entrada a la zona de transición, la salida con la bici, y el recorrido a pie. Parece que va a ser durillo, ya que nada mas salir del agua, después de las dos vueltas de natación, hay que subir escaleras y recorrer cerca de 400 metros hasta la transición. Por una parte está bien, ya que tienes tiempo a quitarte parte del neopreno mientras corres.
Una vez recogida las inscripciones, puestas todas las pegatinas en su sitio, y la bici colocada en su sitio del box, empieza el show. Nos ponemos el neopreno, gorro de natación y gafas, bajamos las escaleras dirección al agua, nos reunimos con los otros 174 triatletas, y ahora si, ya no hay vuelta atrás. Nada mas llegar empiezan a avisar que los nadadores salgan del agua, así que con prisas nos metemos rápido para ajustar un poco el neopreno. Minutos después dan la salida de las mujeres, y comienza la espera para nuestra salida, que aparentemente eran 5 minutos pero se hizo un mundo.
Llegó el momento, dan el aviso, triatletas al agua… bueno triatletas, algunos, no se si sabían que yo aún no me había estrenado como triatleta, pero bueno, ahí estábamos luchando por hacerme un hueco para la salida. Apretados como una lata de sardina dan el pistoletazo de salida, y sin ninguna duda pensé que si me ponía a nadar iba a remar en las piernas del compañero de delante e iba a patalear en la cabeza del de atrás. Me hice un pequeño hueco y poco a poco íbamos saliendo. A mitad de natación me resultó bastante impresionante que fuera adelantando a nadadores, y también que dentro de lo que cabe nadaba bastante recto, cosa que muchos andaban un poco desorientados.
En el sector de natación me divertí mucho, nadaba tranquilamente, intentando bloquear las piernas para reservar, ya que veía que tenía mucha gente por detrás y al menos no iba último. Haciendo un poco de crítica en uno de los aspectos a mejorar en este triatlón es que en una de las partes de la natación, las ramas y plantas del fondo del agua estaban demasiado a la superficie y si nadabas por donde tocaba terminabas enredándote en las ramas. Aún así esto a veces hace mas emocionante la carrera.
Salgo del agua, me quito el reloj, lo muerdo con la boca, me quito parte del neopreno, me coloco el reloj y llego a la transición, paso por paso, termino de quitarme el neopreno aunque en las piernas siempre se me enreda un poco sobre todo porque tenia el chip puesto en el tobillo y no me salía, cojo zapatillas de bicicleta, me pongo casco, gafas, calcetines, zapatillas, porta-dorsal y echamos a correr con la bicicleta. A todo esto me fijo que el box está bastante lleno de bicicletas, lo que quiere decir que no habré salido mal del agua, me subo como bien puedo y echo a pedalear, suave.
Poco a poco, sin cargar las piernas, controlando la velocidad media lo que mejor se puede y de forma progresiva ya que son muchas horas las que estaré encima de la bici. Buscando el ritmo adecuado me empiezan a pasar otros triatletas con sus «cabras» y «pepinos» de bicicletas, entonces te das cuenta de que evidentemente había salido bastante bien del agua, para las expectativas que tenía, en concreto marchaba en la posición 50 aproximadamente.
Separado unos metros aparece mi compañero Ródenas, lo cual me alegró ya que sabía que teníamos el mismo ritmo en bici y habíamos planeado la bici juntos para hacerlo de la misma forma, así que entre los dos nos fuimos ayudando un poco sobre dónde estaban los puntos difíciles y animándonos a base de gritos en los puertos de Sumacarcer y la Presa de Tous, dónde sabíamos con antelación que estarían las dificultades.
Pasaron los km y el sector de bicicleta se acababa, era lo que mas temía ya que los 86 km son bastante duros aun así pero lo peor estaba por llegar, la media maratón.
El tramo de carrera estaba dividido en 3 vueltas de 7 km, cerca al pueblo, entre naranjos, río, subida al pueblo, mucha gente animando, y también muchos avituallamientos con gente fabulosa que no perdía la ilusión y era capaz de contagiarte de ese ánimo positivo. Mi carrera fue bastante mala, unas sensaciones horribles, con pinchazos, calambres y unas pulsaciones bastante altas. Por estas razones a cada avituallamiento, es decir cada 2,5 km realizaba una parada e incluso echaba a andar, hasta que a 3 km de la meta empecé a sufrir calambres y contracturas en cada paso y no tuve mas remedio que caminar y retomar la marcha cuando se pasara, después de realizar todos los estiramientos habidos y por haber.
Ahora si, cruzar esa meta sabe a gloria. Habré acabado de los últimos pensaba, pero me daba igual, había conseguido esa meta que me marqué hace poco menos de un año, y que he entrenado desde hace poco mas de 2 meses. He cruzado esa meta que supone un paso mas en el camino hacia un objetivo mayor, porque para construir la casa hay que ir ladrillo a ladrillo y con este día he puesto un ladrillo más. Además necesitas estas experiencias para saber lo duro y sacrificado que es conseguirlo, es muy fácil estar en casa sentado y ver como los demás lo hacen y opinar para bien o mal, pero cuando lo has sufrido en tu cuerpo y has estado en el límite sabes que todos los que han cruzado delante y detrás de ti, y que han conseguido acabar incluso competiciones mas duras tienen muchísimo merito y esfuerzo que ahora si, puedo decir con total seguridad que admiro.
Aprovecho también para agradecer todo el apoyo principalmente a Javier Ródenas, Sandra Machado, Daisy, Nuria, mi familia, mis amigos, El club de triatlón Trilions, amigos del club de triatlón Triculpelat, todos el personal de CEC Antella, todos las personas colaboradores, repartidos en los avituallamientos, que como antes he dicho tienen un valor inmenso y agradecemos todos.
Y ahora os hago una pregunta… se acerca el 2016, y ¡hay que mejorar esto!, venga darme ideas de qué competición hacer.
FINISHER HALF IRONMAN.
Triatlón Massis D’antella. DIstancia Half Ironman. from Ivan Moreno on Vimeo.
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